Dejaremos atrás las telarañas,
los días brillantes y las noches tibias.
Dejaremos atrás los proyectos acosadores,
las tan ardientes frustraciones,
los actos y los días repetidos.
Dejaremos atrás los nombres que nos habitaron,
las furias que nos arrasaron,
las ansias que nos agruparon,
el miedo que nos desintegró.
Dejaremos atrás los proyectos acosadores,
las tan ardientes frustraciones,
los actos y los días repetidos.
Dejaremos atrás los nombres que nos habitaron,
las furias que nos arrasaron,
las ansias que nos agruparon,
el miedo que nos desintegró.
Todo lo dejamos atrás
y nada olvidaremos nunca,
porque no somos asesinos.
Nada nos quedará, pero esa nada
tendrá la imprecisión de lo que avanza y vive,
su medida azarosa,
y será suficiente para llenar esa otra nada
que abarca el breve espacio de una vida.
-Francisca Aguirre-
y nada olvidaremos nunca,
porque no somos asesinos.
Nada nos quedará, pero esa nada
tendrá la imprecisión de lo que avanza y vive,
su medida azarosa,
y será suficiente para llenar esa otra nada
que abarca el breve espacio de una vida.
-Francisca Aguirre-
“Los trescientos escalones”
Bartleby Editores – 2012
Aquest poemari està dedicat al seu pare, el pintor Lorenzo Aguirre, comdemnat a mort i assassinat pel règim franquista.
Bartleby Editores – 2012
Aquest poemari està dedicat al seu pare, el pintor Lorenzo Aguirre, comdemnat a mort i assassinat pel règim franquista.
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